ELEMENTOS EN LA ENSEÑANZA DE LA LECTURA
La lectura desarrolla la imaginación de los más pequeños (también de los que no lo somos tanto), les enseña a comunicarse y mejorar su capacidad expresiva, transmite valores humanos, potencia la creatividad…
Una nueva página, un nuevo mundo en el que adentrarse. Cuentos, fábulas, poemas, leyendas… son infinitas las historias que podemos descubrir, tantas que cada persona podrá encontrar la suya. Y para los niños en pleno crecimiento las ventajas se multiplican.
Para poder aprender es necesario comprender lo que se lee. Leer permite adquirir el manejo y amplio conocimiento del vocabulario y la sintaxis, pilares básicos para la comprensión de textos y, en consecuencia, del conocimiento en general. La lectura es una de las bases del aprendizaje al potenciar las capacidades lingüísticas y cognitivas, lo que facilita tener más posibilidades de conseguir el éxito académico.
Algunas iniciativas para el fomento de la lectura:
Dada su importancia, son muchas las iniciativas que se están llevando a cabo para potenciar el hábito de la lectura. Las más importantes son las Ferias Internacionales del Libro que se llevan a cabo anualmente en Argentina, Chile, Colombia, México y Perú.
En el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España también son conscientes de ello y han lanzado la web Leer.es, una iniciativa con la que se pretende potenciar las habilidades lectoras de los estudiantes. En ella podremos encontrar textos y recursos educativos para docentes, espacios para compartir información (dibujos, podcasts, vídeos…), consejos para padres y madres, etc.
¿Cómo animar a la lectura?
Una de las ventajas de la animación a la lectura, es que puede hacerse en cualquier momento y cualquier lugar. Además de los recursos ya mencionados, se trata de un proceso que padres, madres y docentes pueden impulsar de diferentes maneras, participando de forma activa en la evolución del niño.
Por supuesto, la primera es predicar con el propio ejemplo, y leer todo lo posible para poder transmitir al niño la pasión de lo que estamos haciendo. Convertir la lectura en un juego, establecer una hora para disfrutar juntos de un buen cuento (un buen momento es justo antes de dormir), hablar sobre lo leído, ir juntos a la biblioteca, acudir a cuentacuentos infantiles… son sólo algunas de las ideas que podemos poner en práctica para conseguir que leer sea algo muy especial.
Recursos educativos par fomentar la lectura:
Si os habéis quedado con ganas de más, en Tiching encontraréis muchos recursos para seguir investigando. En este post, por ejemplo, se facilita una lista de ideas para lograr convertir la lectura en un placer para los más pequeños.
Uno de los recursos más completos es Boolino, donde encontrarás recomendaciones de libros por temática y tramo de edad, técnicas para fomentar la lectura, encuentros con autores, propuestas educativas y todas las novedades editoriales.
Finalmente, ya que elegir el libro adecuado es uno de los pasos más importantes para conseguir un interés inicial por la lectura, aquí disponéis de una lista de libros recomendados según la edad del niño.
El lector
El lector es el elemento central y un sujeto activo en el proceso de comprensión. El propósito de la enseñanza de la comprensión lectora es acompañar al estudiante para que llegue a ser un buen lector y sea autónomo en su comprensión lectora.
Características del buen lector
Motivación e interés
La motivación del lector y sus intereses hacen que seleccione ciertos textos y los lea para divertirse o entretenerse, informarse y aprender. Cuando los intereses de los estudiantes coinciden con las lecturas asignadas en clase, la comprensión se facilita. Aunque inicialmente las lecturas no hayan sido elegidas por ellos, el docente puede despertar su interés durante la experiencia lectora usando textos relacionados con temas que para ellos sean relevantes, creando expectativa o despertando la curiosidad sobre lo que leerán.
Dominio del idioma en el que lee
La comprensión lectora debe enseñarse en el idioma materno de los estudiantes. Luego, se transfiere a otro idioma.
Los niños que aprendieron a hablar en su idioma materno, pero en la escuela aprenden usando un L2 (n.e.: un segundo idioma), pueden mostrar dificultades en su comprensión lectora.Las estrategias y habilidades de comprensión se aplican de manera similar en todos los idiomas alfabéticos, así sean mayas, garífuna o español, siempre que se tome en cuenta las diferencias entre la estructura de los textos en cada idioma. Los niños bilingües necesitan transferir activamente sus conocimientos y destrezas, así como desarrollar nuevos componentes lingüísticos.
Una vez que los niños han aprendido de la lectura en su L1, pueden transferir esas destrezas al aprendizaje de otro idioma. Cuando los niños hablan un idioma indígena se recomienda enseñar la lectura en el idioma materno del estudiante y utilizar el español (como segundo idioma) únicamente para desarrollar el lenguaje oral. A partir de segundo grado, ya se puede trabajar la lectura, el lenguaje académico oral y escrito, en español como
El contexto
El contexto cultural y sociolingüístico en el que se encuentran los niños es determinante. El idioma que se habla en casa, la estimulación que le dan los adultos que le rodean, ya sea leyendo en voz alta, contando anécdotas, leyendas e historias, cantando canciones que son parte de su cultura, entre otros, enriquecen el repertorio de lenguaje de los estudiantes y favorecen la comprensión. Los estudiantes que carecen de estas oportunidades en casa, requerirán más apoyo en la escuela.
El involucramiento de la familia en las actividades educativas del niño y el nivel socioeconómico del niño y su familia tienen una compleja influencia en el rendimiento y en la comprensión lectora. El nivel socioeconómico se relaciona con el lenguaje de los padres, y la forma en que los padres hablan afecta el desarrollo del lenguaje oral de los hijos. Este ambiente incluye visitar la biblioteca, tener libros en casa y leerlos a los niños, lo que facilita el aprendizaje de la lectura.
Posiblemente, la mejor forma como los padres pueden ayudar a sus hijos a aprender a leer es leerles a ellos en casa. Leer a los niños mejora su vocabulario, les da conocimientos sobre el lenguaje, les ayuda a comprender que los libros contienen palabras e historias y estimula la conciencia metalingüística.
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